El cobre es un nutriente esencial y, por tanto, vital para la salud de los seres humanos, los animales y las plantas. El cobre es necesario para mantener el crecimiento normal del feto durante el embarazo, el funcionamiento saludable del cerebro y la reparación de heridas y lesiones.
El cobre no es cancerígeno, mutagénico ni tóxico para la reproducción. El cuerpo humano no fabrica cobre, por lo que es necesario obtenerlo de los alimentos y el agua. Por lo general, la concentración de cobre en los alimentos puede ser de hasta 2 miligramos por kilo en las carnes rojas y de órganos, los despojos, el pescado, los frutos secos, el chocolate y las verduras verdes. He aquí una lista de diez alimentos ricos en cobre.
La carencia de cobre, que consiste en consumir muy poco cobre en la dieta, puede ser preocupante. A la carencia de cobre pueden atribuirse enfermedades graves que van desde anomalías en la sangre y los vasos sanguíneos hasta formaciones óseas anormales e hipopigmentación de la piel.
La carencia de cobre es un factor de riesgo de osteoporosis, artritis reumatoide y enfermedades cardíacas. Incluso una carencia leve puede reducir el sistema inmunitario, lo que provoca resfriados y gripes frecuentes, pérdida de tono de la piel, problemas reproductivos y fatiga.
Aunque la ingesta diaria recomendada de cobre depende de la edad y el sexo, la ingesta dietética media oscila entre 1 y 1,6 mg/día.
Es importante entender los efectos positivos que tiene el cobre en el cuerpo humano y cómo el cobre ayuda al organismo.
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