Los coches y los autobuses amplían exponencialmente las oportunidades y representan las libertades personales de los individuos en todo el mundo. A medida que las tecnologías nuevas y mejoradas siguen evolucionando, un elemento se perfila como esencial para nuestro futuro automovilístico colectivo: el cobre.
Desafío:
El aumento de la población mundial, unido a la limitación de los recursos no renovables, está dando lugar a soluciones y tecnologías innovadoras en diversos sectores. Satisfacer las necesidades de transporte de las generaciones futuras de forma sostenible y responsable con el medio ambiente requiere una mayor dependencia de materiales y recursos naturales que sean duraderos, maleables y -en el caso de los coches eléctricos- capaces de proporcionar una conductividad eléctrica superior.
Solución:
Technology improvements and increased affordability are the drivers behind an anticipated surge in electric vehicle sales over the next decade, according to new research commissioned by the International Copper Association (ICA). 2016 saw two million electric vehicles globally. This number is projected to reach seven million by 2025. A key element in production, energy storage and charging infrastructure for these new vehicles is copper. While an internal combustion engine vehicle utilizes roughly 20 to 50 pounds, or 9 to 22.6 kilograms (kg) of copper, the number for a hybrid, plug-in hybrid, or battery electric vehicle ranges from 85 to 180 pounds (38.5 to 81.6 kg). Not surprisingly, the number grows for buses. Add in the necessary charging infrastructure, and copper becomes a major component in the success of this newly invigorated technology.
Resultados:
Aunque los vehículos eléctricos no son un concepto nuevo, su éxito anterior se vio obstaculizado por los avances en la tecnología de los motores de combustión interna, la producción en masa y los precios relativamente baratos de la gasolina. El Toyota Prius -introducido en Japón en 1997 y en todo el mundo en 2000- ayudó a revitalizar el mercado de los coches eléctricos y le siguieron el Tesla, el Chevy Volt y el Nissan Leaf. Gracias al éxito comercial de estos vehículos, unido a la capacidad de la industria del cobre para suministrar el material crucial para las baterías, el cableado y la infraestructura de carga, se prevé un crecimiento continuo y expansivo del mercado de los vehículos eléctricos.